domingo, 12 de julio de 2015

Light

Cógeme de la mano. Vayamos a donde sea. Corre, corre lo más rápido que puedas, que yo intentaré seguirte. Y cada dos metros no olvides darte la vuelta, que es esa mirada la que me da vida. La que me la quita. Todo al mismo tiempo.

Grita. Grita porque el frío de esta noche no basta para producirme un escalofrío, y no hay nada como tu voz para volverme loca.

Te gritaré que estás loco mientras me llevas a cualquier sitio.

Y diré la mayor mentira de todas al decirte que quiero que pares.

Eres tu quien consigue verme entre toda esta oscuridad. La linterna que se ha molestado en apuntar a la luciérnaga cuando todo el mundo pensaba que no necesitaba su luz.

Pero la necesita. Todos necesitamos luz.

Y yo estaba cansada de vivir de noche.

Ahora llévame donde sea, que el camino siempre es corto si no me falta tu risa.

Nunca nada me dio tanto miedo. Nunca el miedo me pareció no ser nada.

Y sin embargo aquí estamos. Quién lo diría...

La luz ha salvado a la luciérnaga. La oscuridad ha iluminado a la linterna.


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