jueves, 27 de marzo de 2014

Rara

Y puede que no me hagáis tanto caso como a ellas, porque yo no grito por todo ni me hago la enfadada cuando me quitáis algo. Yo no sé fingir, yo no me hago la tonta.Yo no soy una chica "normal" de esas que van en cuadrilla con chicos y que hablan con todo el mundo fácilmente. De esas que caen bien a todos. Está claro que os funciona, que siendo así los chicos os hacen caso pero... Yo no quiero ser así. Y si para llamar tu atención, si para ser tu amiga, si para enamorarte tengo que ser como ellas, entonces prefiero ser rara. Una rara que fue fiel a sus principios y a su forma de ser. Una rara que decidió ser única.

sábado, 22 de marzo de 2014

En ese momento

Fue en ese instante, tan raro, tan efímero, tan especial, tan perfecto. Fue aquella vez que te miré a los ojos. En ese momento, algo dentro de mi cambió. En ese momento me di cuenta de que te habías vuelto especial para mi. Y era inútil intentar negarlo.

viernes, 21 de marzo de 2014

Aquellos ojos



Ojalá ciertas miradas durasen para siempre. Ojalá esos momentos pudiesen ser un poco más largos. Porque en ese instante parece que sólo somos tu y yo. Sin los problemas y los miedos. Sin todas esas dudas que nos hacen callarnos. Y me permito perderme en esa mirada que siempre me ha parecido preciosa. Sólo somos dos personas alejadas durante un momento del mundo, perdiéndose en los ojos del otro. Y en esos momentos yo me pregunto si, algún día, esos ojos brillarán por mi.

martes, 18 de marzo de 2014

Siempre en mi corazón

Era un día lluvioso y frío cuando ella se levantó despacio, sin hacer ruido. Sus padres dormían aunque ya era algo tarde. Se dirigió hacia el armario. Una vez más triste, un día más, se sentía vacía. Se vistió en silencio. Ni siquiera sabía a donde pensaba ir o qué pensaba hacer. Simplemente necesitaba estar sola.
Salió a la calle. Sentía el frió en la cara y hundió la barbilla en el cuello del abrigo. El nudo en su garganta se apretaba cada vez más. Ni siquiera sabía por qué hoy era diferente. Hoy se sentía peor, mucho peor. Desde que ella se fue, desde que la arrebataron de su lado, se sentía vacía. Un vacío la acompañaba día y noche. Era como si alguien le hubiese extirpado el corazón. Era la sensación más horrible del mundo: La sensación de haberse ido para siempre, de haber perdido la ilusión por todo. Y es que se sentía sola, y sabía que nunca volvería a estar con ella. Era injusto que se la hubiesen quitado. La vida era injusta y efímera.
Las calles estaban vacía y comenzaba a caer una ligera lluvia. Decidió sentarse en un banco. Ni siquiera tenía plena consciencia de donde estaba. Y no le importaba.
Se quedó allí sentada, inmóvil. Era como si ni siquiera en ese instante pudiera permitirse llorar. Algo faltaba en ella. El nudo en su garganta se hacía más grande. Le costaba respirar. Un sentimiento empezaba a florecer en ella. Desde que ella se fue para siempre había intentado no pensar, no sentir nada, quedarse sola y evitar hablar de ello. En el fondo sabía que si lo hacía se derrumbaría.
Aquel sentimiento se hacía más grande. No podía evitarlo. Lo reconoció:La echaba de menos. La echaba muchísimo de menos y la iba a añorar siempre. No merecía la pena negarlo. Un pedazo de su vida se había ido para no volver. Joder, la necesitaba. Necesitaba todas aquellas tardes y risas a su lado. Y nunca volvería, y era injusto.
Para cuando quiso darse cuenta ya estaba llorando. Toda la presión se iba poco a poco. Todo lo que había estado callando, salía de ella.
De repente notó una presencia a su lado. Giró un poco la cabeza, que hasta entonces había estado entre sus brazos, y miró a su derecha. Y allí estaba él. No sabía cuando había llegado. De repente cayó en la cuenta de que estaba sentado frente a su portal. Dios, lo había visto todo. Ese chico al que llevaba tanto tiempo mirando con cuidado, desde lejos, aquel cuya sonrisa la hacía sentir tan pequeña. Él, que la hacía sonreír sin saberlo. Su amiga había oído tantas veces hablar de él. Si ella siguiese aquí...
Volvió a llorar. Se llevó las manos a la cara rápidamente. Daba igual, él la veía.
Y, de repente, él la tocaba. Él la abrazaba en silencio. Y ella no necesitaba nada más. No un "lo siento", no unas palabras de consuelo. Simplemente un abrazo y un hombro en el que poder llorar. Y con él sentía que podía desahogarse. De repente no había vergüenza, no había miedo. Sólo necesitaba llorar, y él la consolaba en silencio.
Por fin alejó la cara de su hombro y él la miró a los ojos. Esos ojos que tantas veces la habían hecho sonrojarse. Esta vez la tranquilizaban. Él le pasó el abrigo por encima de los hombros y ella cayó en la cuenta de que ambos estaban empapados. Apenas cruzaron un par de palabras. Ella se dio cuenta de que la voz de él se quebraba y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Él también iba a echarla de menos. Entonces llegaron al portal de él. El chico subió el primer escalón y, mirándola desde arriba, le ofreció subir a su casa a secarse. Ella acepto. Entonces fue a dar un paso para subir hasta el escalón en el que él se encontraba. Fue un instante. Sintió una fuerza que tiraba de ella hacia abajo. Parecía no poder hacer nada para evitarlo. Su pie rozó el escalón y cayó hacia delante, encima de él. Él la recibió torpemente entre sus brazos. Sus caras terriblemente cerca. Él temblaba. Ella se quedó muy quieta. Entonces él la besó con cuidado. Y el corazón de ella pareció volver a latir después de mucho tiempo. Las lágrimas volvieron a sus ojos al tiempo que una pequeña sonrisa asomaba de entre sus labios. Ni siquiera la muerte había podido evitar que su amiga consiguiese su objetivo. Seguía siendo su amiga, la que siempre se las apañaba para conseguirle momentos junto a él, la que siempre la ayudaba.Ni siquiera la muerte había conseguido separarlas. Y entonces se dio cuenta de que ella siempre la acompañaría de algún modo. Se dio cuenta de que, en el fondo ,ella nunca se había ido. Porque siempre viviría en su corazón.

Mi frase del día

Llegará el día en el que alguien sabrá quererme con todos mis grandes defectos.

lunes, 17 de marzo de 2014

Mi sitio

Cerré los ojos y me sequé las lágrimas con la manga del jersey. Entonces decidí que ya había sido suficiente.
Corrí hasta el armario y me puse lo primero que encontré. Cogí mi bici y empecé a pedalear lo más fuerte que pude. El dolor en mis piernas me ayudaba a olvidarme del dolor en mi corazón. Llegué por fin a los pies de aquel pequeño monte. Empecé a subir por el margen de la carretera. Entonces vi por fin nuestro desvío, aquel que tan bien conocía. Subí poco a poco por aquel estrecho sendero. Por fin llegue a aquel sitio, nuestro sitio. Aquel que era tan pequeño y tan perfecto a su manera. Veía nuestro banco, nuestro árbol, nuestras flores. Todo me recordó a ti. Entonces comencé a pensar que quizás no había sido tan buena idea el haber venido. Porque todo estaba igual, salvo por tu ausencia. Ya no era lo mismo. En el fondo supongo que sabía que nunca volvería a ser lo mismo. Me sequé otra vez las lágrimas con la manga. Ya era suficiente. Estaba cansada de sufrir por lo mismo. Me eché hacia delante. Podía sentir el viento en la cara, el aroma de las flores. Nada cambiaría eso. Ya no estabas aquí conmigo, pero decidí que ya no iba a dolerme.Y podía sentir el viento, y me sentía libre. Y decidí que eso no iba a cambiar aunque te hubieses ido. Este sitio, no era un triste recuerdo. Hacía que me sintiera viva.
En ese momento eché la cabeza hacia atrás y grité con todas mis fuerzas. No pude evitar sonreír . La vida sigue y siempre te da motivos por los que seguir luchando. Supongo que de eso se trata: De seguir sonriendo a pesar de todo.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Amigos

El tiempo pasa, la vida sigue y la gente cambia. Pero estoy segura de que, la gente que realmente merece la pena, se queda a tu lado y te lo demuestra.

martes, 11 de marzo de 2014

Flores



Hoy a florecido el cerezo que da a mi ventana. Parecerá una tontería pero, para mi, eso hace que hoy sea un día muy especial. Todos los años, cada vez que florece ese árbol, me lleno de ilusión. Para mi, este día simboliza el inicio de lo que yo llamo " la cuenta atrás hacia el verano ". Me levanto cada mañana, levanto la persiana y allí está, lleno de flores tan brillantes como el sol. Cada una de ellas hace que sonría porque sé que falta un día menos para revivir esos momentos inolvidables, para ver a aquellas personas que tanto he echado de menos todo este año. Cada mañana eso me motiva para seguir adelante con una sonrisa, aguardando a aquel día en el que sentiré el sol en mi piel y poco a poco me iré dando cuenta de que por fin a llegado el verano. Y no me malinterpretéis, no estoy diciendo que el resto del año lo paso fatal y que lo único que me mantiene alegre es esperar la llegada del verano. Pero ese árbol me recuerda que dentro de poco estaré con ellos, viviendo otra vez momentos inolvidables que algún día ser convertirán en anécdotas que nos harán sonreír. Ese árbol, que no será el más bonito ni el más espectacular, me llena de felicidad y me hace levantarme lista para hacer de cada día uno único.
Y creo que eso es lo bonito de ser personas : Cada uno encontramos distintas cosas, distintos momentos que, aunque parezcan insignificantes, nos hace sonreír porque les damos un significado especial.

sábado, 8 de marzo de 2014

Y te fuiste

Hoy me he acordado de ti. No es nada nuevo porque lo hago casi todos los días. He empezado a sentir algo en mi interior, un vacío que se que nadie podrá ocupar. Y me duele pensar en ti, en los momentos contigo. Me duele porque no entiendo qué hice para que no pudiésemos ser amigos. No entiendo por qué ninguno dio el paso y dejó de lado el orgullo. Siempre discutiendo, siempre mirándonos cuando creíamos que el otro no se daba cuenta, siempre pendientes del otro, pero siempre alejados. Siempre pensé que algún día vendrías y hablarías contigo, sin insultos y sin tus amigos delante. Siempre confié en que algún día ambos maduraríamos y nos atreveríamos a dar el paso, a conocernos. Pensé que solo era un juego. Hoy me doy cuenta de que ya te has ido, de que nunca volverás. Me doy cuenta de que algún día, sin que yo me diese cuenta, maduraste, cambiaste y dejaste de lado esos jueguecitos. Dejaste de ser el niño que se divertía con migo y que me chinchaba, dejaste todo eso a un lado. Y yo dejé de importarte. Dejaste de estar ahí, dejaste de molestar, dejaste de mirarme a lo lejos. Y yo, que pensaba que te odiaba y que todo esto no me importaba, me di cuenta de que me dolía. Y ahora, cada vez que te miro y tú no lo estás haciendo, algo en mi se rompe.

martes, 4 de marzo de 2014

Pasar página

Puedes hacer lo que quieras. Puedes irte con chicas de un año menos que tú con muy poco cerebro pero dispuestas a reírte las gracias y hacer todo lo que les pidas. Ellas creerán que son " guays" por andar con chicos y vosotros pensaréis que estáis ligando. Y yo me quedaré aquí, viéndote hacer el tonto con ellas y para colmo dejaré que me afecte. Me pondré triste, me enfadaré y lloraré y lo pasaré mal por eso. Pues esta vez no.
Se ha acabado todo esto de comerme el coco por una cosa que no merece la pena. Haz lo que quieras, ríete y pierde el tiempo. Emborráchate si quieres, no lo sé. Pero, en alguno de tus momentos de lucidez, cuando hayas madurado, quizás recuerdes que hubo una vez una chica que quizás no era tan guapa ni tenía un buen cuerpo, pero te dejó la tarea mil y un veces aunque no te lo merecías. En el fondo ella sabía que te estabas aprovechando de ella, que solo le hablabas para conseguir algo y que después pasabas, pero siempre mantuvo la esperanza, y eso le hacía seguir adelante. Ella te dejaba copiar en los exámenes solo porque creía que así se convertiría en tu amiga. Ella, que sonreía cada vez que la llamabas, que siempre contestaba a tu estúpidos whatsapps pidiendo favores, que se esforzaba por ayudarte y perdía su tiempo por ti. Ella, que siempre te apoyaba, aunque tu no lo supieras. Que creía en ti y estaba convencida de que eras una buena persona que llegaría lejos. Pues esa chica se cansó. Un día abrió los ojos y se dio cuenta de que no merecía la pena, de que no la querías ni la querrías. Se dio cuenta de que nunca sería nada para ti, que todo este tiempo estuvo haciendo el tonto. Le dolió y aún le duele, pero seguirá adelante. Porque hoy Natalia ha aprendido a pasar página.

lunes, 3 de marzo de 2014

Así soy yo

Hoy voy a decir una cosa importante: Mi nombre no es mi nombre ( gente sin entender nada en 3,2,1...)
Sí, esa es la verdad. En mi perfil pone que me llamo Sandra, lo cual es mentira. Mi verdadero nombre es Natalia. Y ahora supongo que me toca explicar el por qué de ese seudónimo.
La verdad, aunque suene triste, es la siguiente.
Yo tenía una amiga que se llamaba así: Sandra. Ella escribía genial, supongo que esa era una de las razones por las que la quería tanto. Éramos muy amigas. Yo la quería como a una hermana pero, por razones que aún me cuesta entender, acabamos separándonos. Quizás fue por la distancia o quizás porque crecimos y hay cosas que el tiempo nos quita sin darnos cuenta. No me preguntéis motivos, porque son muy complicados.
Aun así quiero que, si en algún lugar está leyendo esto, sepa que no le guardo rencor.Hice este blog en su nombre, porque ella amaba escribir. Así que, si estás viendo esto, quiero que no te quepa ninguna duda de que ésto es por ti, por todo lo que vivimos juntas, porque sé que te hubiese encantado, pero no puedo seguir escondiéndome con ese nombre, no me parece justo. Siento que necesito quitarme ese peso de encima. A partir de ahora, en mi perfil hay otro nombre, el que siempre debió estar: El mio. Porque soy yo la que escribe, soy yo la que expone lo que siente, y no me parecería justo esconderme tras una personalidad que no es la mía. Aun así, este blog sigue siendo en parte tuyo. Te quiero

Dicho esto, os presento a Natalia:

Soy algo así como una loca encerrada en sus sueños. Vivo con al cabeza entre libros y llorando con cada canción. Olvidadiza y observadora. Vivo por las ramas y por los suelos, dependiendo del día. Soy algo así como perfectamente imperfecta. Necesito quererme más a mi misma. Siempre fui muy tímida, pero lo voy superando gracias a ciertas personas que me cambiaron la vida. Estudiosa, para algunos conocida como empollona. De esas que siempre intentan sacar una sonrisa. Haciendo tonterías desde que tengo memoria. Podré ser todo lo friki y tonta que quieras, pero si eres mi amiga estaré a tu lado siempre que me necesites. Demasiado confiada con la gente. Pegándome batacazos desde que tengo memoria. Impulsiva, demasiado.
Siempre enamorándome de la persona equivocada. Disfruto cada instante. Para mí, cada pequeño momento es especial. Me encontrarás sonriendo de repente, sin ningún motivo aparente. Ah ! Y si me hablas y no contesto dame un golpecito, que eso significa que estoy otra vez perdida en mi mundo.

Espero que no so enfadéis por esto y de lo contrario pido perdón, pero necesitaba ser yo misma al cien por cien y ahora siento que lo soy =)

domingo, 2 de marzo de 2014

Pensamientos variados

Ahora que son vacaciones, dedico mi tiempo a pensar constantemente. Es inevitable.
Siempre acabo pensando, a parte de en mis problemas, mis amigas o mis preocupaciones, de ese chico tan especial para mi. No es que esté mal por él, porque la verdad es que estamos acercándonos mucho y estoy contenta. Pero la verdad es que hay algo dentro de mi que me dice que chicos como él, nunca se fijan en chicas como yo. Lo sé,es la típica frase que se suele decir, pero en mi caso siento que es verdad. Él es de esa típica cuadrilla de muchos chicos, los más divertidos y majos del insti, que van con tres o cuatro chicas los fines de semana. Luego estoy yo, con mi grupo de amigas más bien diferentes, que no son muy populares. Se podría decir que somos los normalitos. Y no me malinterpretéis, a mi me encanta porque siento que es el lugar al que pertenezco y con ellas puedo realmente ser yo misma. A parte de que tienen las mismas ideas que yo y no son las típicas que beben y fuman. Pero es como si, a pesar de estar en la misma clase y estar haciéndonos amigos, hay una especie de barrera que nunca podremos cruzar. Siento que soy una más. Él habla con muchas. ¿ Qué me hace a mi diferente ? En cierto modo, no lo soy. Y a mi me encanta que me diga cualquier tontería o tener cualquier excusa para hablarle. Me encanta que lo sienten al lado mía y que se gire para hablar conmigo. Y, cada vez que me dice algo por whatsapp, me da un vuelco el corazón. Pero es como si ese peso siempre estuviese ahí, hundiéndome. Cuando algo podría llegar a indicar que le gusto, veo otros diez motivos para pensar lo contrario. En estos momentos odio ser la chica tímida que jamás en la vida se atrevería a pedir salir a un chico. Pero es lo que hay, yo soy así y el que me quiera tendrá que quererme así, con sus pros y sus contras.
¿ Qué debería hacer ? Nunca parezco encontrar respuesta a esa pregunta.
Malditas vacaciones...